La Liberdade es actualmente uno de los principales puntos de visita de quien vengan a la capital. La caracterización como barrio típico oriental tuvo inicio en 1912, volviéndola reducto de colonias de japoneses, chinos y coreanos.
Entre las atracciones del local están restaurantes y dulcerías típicos, además de tiendas y librerías con artículos del país. Otras particularidades que atraen los visitantes son la arquitectura peculiar del barrio, las tradicionales linternas japonesas que adornan la mayor parte de las calles de la región y los grandes pórticos situados en la Calle Galvão Bueno.